por Phoenix Sáb Ene 12, 2008 12:35 pm
Capítulo 1: La fría tamer
-->Tokio, 25 de Agosto del 2005, 03:00 a.m.<--
*Una chica se despierta de golpe, sudando frío*
-AH!- gritó la chica, pero por fortuna su grito no salió a todo pulmón sino ya tendría a su madre y a su hermana encima de ella y eso no es lo que precisamente quería. –Tan solo fue un sueño…aunque parecía muy real-
*La chica volvió a cerrar los ojos, pero ya no dormiría bien el resto de la noche*
> 7: 30 a.m. <
-¡Mia, se te hará tarde de nuevo!- gritó una voz de mujer como de unos 35 años, llamada Momoko, una mujer joven y muy hermosa. Tenía un hermoso cabello casi rizado castaño, tenía ojos azules y su piel era de color normal (ni morena ni blanca). Tuvo a Mia y a Yuli a los 20 años, casándose a los 21. Era cantante por lo que también disfruta vistiéndose a lo juvenil mostrando su belleza, lo cual molesta tanto a Yuli como a Mia. Pero en el fondo, esta mujer es muy inteligente y muy bondadosa y trata de dar lo mejor de sí en su familia…aunque Mia no lo vea así. –¡¡El desayuno esta listo!!-
-Ya te dije que voy- protestó Mia. Mia tenía 15 años y al igual que su madre es muy bonita. Siempre viste de una forma no muy normal para una chica, o al menos eso dice siempre su madre, pues vestía con una falda azul marino, llevaba botas negras que le llegaban casi a las rodillas, blusa negra de mangas cortas y encima una especie de blusita y en la muñeca traía una pulsera grande color dorado. Tenía unos hermosos ojos color miel y su cresta era blanca. Su pelo es de color azul marino y la mayoría de veces se lo ponía a la mitad de la cara. Según su madre su hija había mejorado un poco en su vestir, pues a los 11 años Mia vestía peor (claro, esto era una opinión de su madre). Pero ese no era el único defecto de su hija, pues lo peor es que Mia es muy fría tanto con ella como con todo el mundo y prefiere vagar por las calles sola y no solía hablar con nadie salvo a veces con su hermana “gemela”, este comportamiento le ha generado muchos problemas tanto en la escuela como en el rumbo donde vive pero realmente a ella no le importa. -¿Qué no te puedes esperar unos 5 minutos, cuál es tu maldita prisa?-
-¡No hables de esa forma tan vulgar, Mia!- los ojos de Momoko no mostraban enojo si no preocupación y tristeza. -¿De donde has aprendido esas palabrotas?-
-Aunque te lo dijera, no creo que al rato lo recuerdes- dijo Mia concentrándose en su desayuno. -¿Dónde está mi hermana?-
-No ha bajado, pero espérala no vayas a irte sin ella de nuevo- pidió Momoko
-Puef fi no se afura la vobfveré a defjar-
-¡No hables con la boca llena!- regañó Momoko -¿Cuántas veces tengo que decírtelo?
-¡¡YULI!! Si no te apuras te juro que te volveré a dejar- gritó Mia.
-Ay, no seas tan desesperada, Mia- protestó Yuli, quien salía de su habitación aún arreglándose.
-Ya estas bien así, Yuli- dijo Mia viéndola con ojos de flojera – ¿Para que te arreglas tanto?-
-Una chica, siempre debe verse presentable- dijo Yuli con suavidad. Yuli tenía la misma edad que Mia, habían nacido el mismo día y solo con 5 minutos de diferencia pero lo curioso y raro era que aunque fueran gemelas...no se parecían en lo absoluto ni físico ni mucho menos emocionalmente. Yuli era todo lo contrario de Mia, ella se arreglaba como toda una chica de su edad, maquillaje, faldas cortas, peinados especiales y se vestía muy a la moda. Era muy abierta con las personas, y tenía miles de amigos, además de ser muy cariñosa con la gente que conocía. Era el ejemplo de siempre a poner de su mama para Mia...siempre su madre las ha comparado poniendo en la cima a Yuli con tantos halagos y obvio Mia odiaba eso.
-¡Nah, tonterías!- replicó Mia –Ese pensamiento es solo de las chicas fresas-
-Eso no es cierto- dijo Yuli –La forma en la que te vistes, dicen mucho de tu forma de ser o como estas de ánimo-
-Mmmm…bueno más vale que te apures- dijo fríamente Mia, mientras se levantaba de la silla –Si no quieres que te deje-
-¿Ah? ¡¡Espera!!- contestó Yuli comenzando a comer demasiado a prisa –¡¡Uuff!! Terminé…gracias por el desayuno, madre-
-De nada, Yuli- contestó amablemente Momoko
-Ya me voy- avisó Mia, mientras se ponía sus zapatos en el recibidor
-¿Regresarás temprano?- preguntó Momoko
-Eso no te importa ¿oh si?- contestó Mia, comenzando a abrir la puerta
-Deberías comprender, que si me preocupo por ti…- dijo Momoko con un poco de enfado -…y mucho-
-Ah, si claro, madre…nos vemos- contestó Mia saliéndose de la casa –Dile a Yuli, que la espero en el colegio-
-Mmmmm-
>En el colegio 8:00 a.m. <
*Mia llega rápidamente al colegio y cuando va a entrar a su salón…*
-¡Hey espera!-
-¿uh?-
-Eres mala, uuff ¿porque siempre me dejas?- preguntó Yuli con ojos de cansancio por haber corrido
-No te apuras, yo no tengo porque esperarte- dijo algo enojada Mia –y déjame entrar a mi salón que estos tres primeros días he llegado tarde por estarte esperando-
-No se a donde llegarás con esa actitud- dijo tristemente Yuli –deberías aceptar la realidad, él…ya no esta con nosotros-
-¿Otra vez, tocarás ese tema?- dijo Mia con ojos de enfado –Si vas a seguir diciéndome lo mismo de siempre, ahí te ves-
*Mia entra rápidamente al salón, azotando la puerta*
-Ah… ¿por qué…por qué demonios nos dejaste?- pensó Yuli casi con lagrimas en los ojos –COMO TE ODIO-
*en el salón de Mia*
-Ten más cuidado con esa puerta, jovencita- regañó su profesor
-Lo siento mucho-
-Siempre es lo mismo- dijo una voz femenina
-¿Y tu que te entrometes?- contestó Mia a una chica que se sentaba a lado derecho suyo. Desde que tenía 11 años la conocía, su nombre era Miko y desde que la conoció tuvo problemas con ella.
-Yo me meto cuando se me da la gana- dijo Miko como desafiando a Mia –no tienes con que defenderte, tu “poderoso padre” ya no esta…-
-Eres una…-
-¿Una que?-desafió Miko
*Mia ya no contestó y solo se abalanzó contra ella, Mia la agarró de la blusa y trató de golpearla pero el profesor intervino*
-¡¡ALTO, PELEAS AQUÍ NO…LA PUERTA ESTA ABIERTA!!- gritó el profesor, mientras las separaba
-Prefiero salirme, no pienso estar en el mismo salón que ella- replicó Mia dirigiéndose a la puerta
-Si, ahora huye- Miko seguía desafiando
-¡Basta ya, Akino!- los ojos dejaron de seguir a Mia, para posarse a los de Miko –¡O se sale!-
*Mia finalmente se sale del salón, aunque esta vez no azotó la puerta y se retiró al patio de la escuela*
-Es una estúpida- pensó con ira –Solo deja que terminé la hora y…pero… ¿que es eso?-
*De pronto en el centro del campo de fútbol que había en el patio comenzó a formarse una especie de niebla, los ojos de Mia mostraron una terrible confusión y a la vez miedo pues algo le decía que ya antes había visto ese fenómeno tan extraño, pero la pregunta era ¿En dónde y cuándo?*
-¿Que será eso?- se preguntó dentro de sí misma
*pronto se formó una silueta en la neblina, al parecer era de estatura baja y más bien se le imaginó como la silueta de un enano*
-¿Quién es usted?- fue lo que quiso preguntarle a aquella silueta pero no pudo decir palabra alguna
*finalmente la silueta se movió y se dejó ver, era efectivamente un enano tenía una barba blanca, tenía descalzos los pies y traía una especie de bastón o báculo pero traía la pata de algún perro o gato, de alguna forma se le imaginó a Santa Claus o a uno de los 7 enanos de BlancaNieves, y de hecho hasta pudo recordar que odiaba ese cuento. Cuando el ser salió de la neblina se quedó viendo a Mia, aunque Mia no podía ver sus ojos sentía y estaba segura que la miraba a ella y además muy fijamente*
-Bueno…di algo, jovencita- el ser comenzó a hablar -¿que no te enseñaron que debes saludar a tus mayores?-
-¿me hablas a mí?- preguntó Mia, aunque ya estaba segura que obviamente le hablaba a ella
-¿a caso hay alguien más aquí?- dijo el ser con voz muy seria
-Lo siento, es que…nunca…-
-Habías visto a un…-
-…enano- terminó Mia
*Pow, caída de anime*
-¿QUE? ¿UN ENANO YOOO?- dijo dando casi un berrinche como un bebe
-lo siento, no quise ofender pero…-
-Preferiría que me hubieras comparado con un hechicero o un mago…pero ¿un enano? Es el colmo que ya los humanos no tienen más imaginación- dijo con voz de presumido
-si tu lo dices…- dijo Mia.
-bueno, dejemos un poco las bromas- el ser se puso serio de nuevo –habrá momento para bromas, pero ahorita necesito que entres a esa niebla-
-¿para qué?- preguntó Mia
-Nada de preguntas, solo entra- ordenó el ser
-Pero…-
-Uuyy, solo entra necesitamos de tu ayuda- dijo seriamente el ser
-¿mi ayuda? ¿para que?- preguntó de nuevo Mia
-¿sabes que eres muy preguntona?- reclamó el ser –Ahora entra ahí, te aseguro que no pasará nada-
-Pero…-
-¡¡AAHH YAAA…ENTRA!!- gritó el ser, empujando a Mia hasta la neblina
-No, espera yo no quiero ir, no quiero ir-
-Con tu forma de ser- dijo rápidamente el ser –te aseguro que te la pasarás mejor cuando pases esa niebla que si te quedas un minuto más en este mundo-
*el ser empujo a Mia hasta la neblina, una vez que estuvieron los dos en la neblina, esta desapareció del campo de Fútbol*
-Oye…oye…despierta…cuata- decía una voz, Mia estaba como desmayada pero oía los sonidos, había el sonido de hojas moviéndose en los árboles, y podía también percibir el sonido de agua.
-¿Quién me esta hablando?- pensó Mia
-¡Hey despierta, Mia!- volvió a decir la voz
-¿Por qué sabe mi nombre?- pensó de nuevo Mia –Esa voz no se me hace conocida de alguien que conozca-
-Ggrr…¡¡ABRE LOS OJOS!!- gritó la voz y Mia solo sintió unas manos que le abrían a fuerzas los ojos. Los ojos se fueron abriendo y al observar con atención vio a un enano.
-¡¡AAHH!!-
-¿Pero que es lo que te pasa?- preguntó el enano
-¿Quién eres tú?- preguntó Mia
-Osh…¡DESPIERTA!- dijo el enano dándole un golpe en la cabeza con su bastón
-¡AUCH!- se quejó Mia, al tiempo que le daba un tremendo empujón al enano, y este dio pasos atrás antes de caer de sentón -¿QUE TE SUCEDE, ENANO?-
-¡Wow! Esa es la actitud que quería ver, hay que estar bien despiertos de ahora en adelante- empezó a decir el enano comenzando a levantarse y sobándose –Pero, me temo que eres muy agresiva, cuata-
-¿Y eso a ti que te importa?- dijo Mia –Yo te dije, “No quiero ir”-
-¡Bah! Dejarás de decir eso muy pronto- dijo el enano –Los Humanos que han llegado aquí alguna vez, retiran lo dicho de que no quieren estar aquí-
-Ah…dime ¿quien eres tú?- Mia suspiró un poco y comenzó a tranquilizarse
-Bien, mi nombre es Jijimon- dijo el enano al tiempo de que preparaba su presentación como si se hubiera abierto el telón y comenzara la función, dio un salto desde una piedra que había cerca y dio varias vueltas hasta que tocó piso y terminó con una reverencia. -¿Qué te pareció mi entrada eh? ¿Espectacular no?
-Aps- Mia tuvo ganas de sonreír y así lo hizo. Pero esta vez no fue una sonrisa fría si no una Sonrisa Verdadera
-Tienes una hermosa sonrisa ¿te lo han dicho?- dijo Jijimon
-No- dijo Mia sonrojándose –Jamás…bueno solo hubo una persona que me dijo eso y me lo dijo la última vez que la vi-
Continua..esta cosa no me deja poner mensajes largo ¬¬ que horror..¿No habrá forma de que arreglen eso?? Última edición por el Sáb Ene 12, 2008 12:39 pm, editado 1 vez