por QueenAngewomon Vie Ene 04, 2008 10:36 am
Capitulo 3: La Dama del Mal
Entre las sombras algo se movía
rápidamente observado a Axel sin que este lo notara. Axel, sin darse cuenta de
nada, siguió caminando hasta perderse en el bosque. En ese momento Lilithmon
apareció.
― Hola, Axel, ¿Cómo estás? ― Dijo la
bruja arrogante.
― ¿Eh? Una humana. Y eres punk, que
bien por fin alguien a mi medida. ― Dijo Axel desconociendo la verdadera identidad
de la mujer.
― Eh, claro soy punk, pero yo lu7cho
para los 7 Grandes Demonios. ― Dijo con una sonrisa macabra casi dibujada en su
rostro. ― Pero estoy solita, no tengo a nadie.
― ¿Por qué? ― Pregunto Axel mientras
ella se bajaba el escote para seducirlo.
― Todos luchan por un bien injusto,
los Caballeros creen que nosotros somos malos pero no es así. ― Mintió
Lilithmon ― Nosotros somos los buenos ven conmigo.
Una habilidad muy poderosa de esta
criatura es confundir a sus enemigos con su gran poder sensual. Ellos caen en
una trampa letal con solo mirarla a los ojos. Una habilidad conocida como Cat´s Eyes, la cual había funcionado con
Axel. Pero Patamon no lo dejaría asi.
― Air Bubble. ― El ataque de Patamon ni siquiera roso al demonio, era
muy poderosa como para que Patamon pudiera hacer algo. Pero antes de que este
pudiera escapar a pedir ayuda ella lo tomo con sus garras.
― Lo siento joven ángel, pero eres
muy peligroso como para dejarte ir. ― Lo apretó con sus garras y Patamon tomo
una coloración violeta. Lo estaba transformando en un Tsukaimon. ― Perfecto
ahora tienes un Digimon Virus, ¿Te unes a nosotros o no?
― Por supuesto. ― Dijo Axel y
Lilithmon se le acerco, cara a cara, lo tomo del cuello, pero antes de que
piensen que lo iba a besar clavo sus garras en su cuello. Ya que estas le daría
el control de él. ― Buen chico. Misión cumplida, ahora ascenderé en mi puesto
de demonio. Ahora tú ve con tu nuevo Digimon y encuentra a ese Weregarurumon y
elimínalo. Y a su Tamer también.
Axel no pudo ni reaccionar. El pudo
ser una victima fácil para Lilithmon ya que la furia que el guardaba lo
transformo en un Virus. Ahora se transformaría en una amenaza
Mientras tanto los Caballeros
terminaban de discutir.
― Bueno que haremos con ella. ―
Pregunto Duftmon.
― Supongo que debemos llevarla a su
casa, por que los demás no sabemos donde están y es arriesgado dejarla sola. ―
Dijo Omegamon. ― Además no tenemos su Digitama.
Todos miraron a AlForceV-Dramon ya
que él era el encargado de cuidarlas.
― No me miren así, se me perdió no
sé donde está. (>_<)
― Bueno entonces que vuelva a su
casa. ― Termino Dynasmon. ― Aunque sigue siendo arriesgado, quizás quede
traumada.
― Pero recuerda, aun la podemos
utilizar para algo. ― Dijo Dukemon. ― Tu sabes sobre El Señor, aun necesitamos
encontrarlo. Con ella podríamos.
― Si lo se. Pero quien se encargara
de llevarla hasta allí. ― Dijo Omegamon. ― Si perdimos su Digimon.
― Bueno, yo la llevare. ― Dijo
Dukemon.
― ¿Qué? Sabes lo arriesgado que es.
― Dijo Magnamon. ― Hemos perdido nuestros poderes. Ya no eres el gran Dukemon,
solo eres un Digimon mas. Podrías morir.
― Me arriesgare, sola no puede ir. ―
Dukemon confirmo.
― Te otorgo el permiso. ― Dijo
Omegamon. ― Pero no correré por ti, esto va por tu cuenta.
― Claro, no se preocupes iré por
ella y nos vamos. ― Termino Dukemon saliendo por una puerta a buscar a Érica.
― Está loco. ― Agrego Magnamon.
― Lo sé pero lo tiene razón. ― Dijo
Omegamon.
― Érica vámonos. ― Dijo Dukemon.
― A ¿Dónde? ― Pregunto mientras el
la tomaba del brazo. ― Suéltame, no voy a ningún lado sin que me digas.
― Vamos a buscar Al Señor. ― Dijo
Dukemon sin decir nada mas, y Érica lo siguió ya que no tenia opción. ― Adiós
Caballeros Royales, no me esperen para la cena. ― Se despidió burlón.
― Eres un idiota, espero que nada
les pase. ― Dijo Omegamon. ― Suerte.
Así partieron la niña y el
caballero, a buscar algo lo cual se mantiene en secreto. La pregunta es, quien
será el Señor.
Ya era muy temprano, los elegidos
despertaron muy cansados para seguir con su viaje, preguntándose donde estaba
Axel pero sin darle mucha importancia. Guardaron sus camas y por mayoría
decidieron continuar hacia el este. Mientras tanto hablaban sobre las
diferencias entre el Digimundo y su Mundo. El aire era puro y fresco, en el
Digimundo, había mucha vegetación con frondosos árboles, pero lo extraño era no
ver animales o Digimon silvestres.
― Que calor. ― Dijo Natasha. ― No
aguanto mas descansemos.
― No podemos descansar hay que
encontrar a Weregarurumon. ― Dijo Fabio. ― Y rápido.
De lejos se veía a un chico
corriendo un poco lastimado, no era ninguno de ellos.
― Miren ahí viene alguien, será
Weregarurumon supongo. ― Dijo Cedric.
― ¡Ayuda! ― Gritaba el chico.
― ¿Qué sucede? ― Pregunto Fabio. ― ¿Eres
Weregarurumon?
― Claro que no, soy humano. ― Dijo
el chico. ― Me llamo Marcos, soy el Tamer de un Gabumon, pero por la noche no
se qué sucedió y se descontrolo.
― Cuidado ahí está. ― Grito
Michelle. Y era él un ShadowGarurumon, el mismo el cual había salvado una vez
el Digimundo, viejo amigo de Omegamon, o Agumon, pero algo le sucedía ahora,
había evolucionado a su forma Virus. Esto podía ser acausa de muchas razones,
pero lo más lógico es que sea por una, Lilithmon.
Venia corriendo rápidamente hacia
ellos con una furia vengativa, deberían vencerlo para devolverlo a su estado
normal pero esta sería su primer batalla y sus Digimon no eran lo
suficientemente fuertes como para vencerlos.
Mientras tanto debajo del monte
Panorama. ― Bueno Érica, no podía contarte esto antes pero lo hare ahora. ―
Dijo Dukemon. ― Nosotros hemos perdido toda nuestra fuerza y no podemos luchar
así, además nuestros antiguos niños murieron y no sabemos cuáles son ahora.
Entonces contigo iremos a buscar a alguien que nos pueda devolver nuestra
fuerza.
― ¿Quién?. ― Pregunto Érica. ―
¿Quién es el Señor?
― Se llamaba Alphamon, es el
Caballero supremo. ― Respondió. ― El nos otorgara nuestra fuerza, pero
lastimosamente el sello su cuerpo en este lugar, no sé donde exactamente, pero
debemos encontrarlo.
― El puede vencer a los demonios,
¿no? ― Pregunto Érica.
― Solo no creo, pero los demás niños
cuando sean lo suficiente fuertes lo acompañaran a una última batalla. ―
Respondió. ― Por ahora nosotros tenemos esta misión y debemos cumplirla.
― Esta bien, juntos lo lograremos. ―
Sonrió y lo abrazo, Dukemos se enrojeció.
Como puede ser que todo esto este
sucediendo, no lo puedo creer, soy el dios de los Digimon y no puedo
involucrarme. Por ahora observare y opinare, pero aun creo que los Demonios
tienen la ventaja. Y yo Haunglongmon, deberé ayudar a los niños para que puedan
triunfar.